-Como añoro aquellos tiempos en que se deseaban con locura. Me ponían a 100 cada día, y me tenían que lavar con frecuencia ...
-A mí me encanta cuando ella se queda acostada de espaldas y afloja las piernas mientras él baja a la altura de sus rodillas. En ese momento puedo notar cómo tiemblan ligeramente sus nalgas y todo su cuerpo, hasta que él la abraza, porque la quiere coger toda mientras se retuerce de placer. Entonces me llenan las bocanadas de ambos que suben de temperatura.
-Pues a mí siempre me ha gustado más otro estilo: cuando uno llega con ganas del otro y lo estira hasta la habitación tirándolo sobre mí, comenzando unos movimientos rítmicos que van incrementando la velocidad hasta dejarme rendido, como ellos. Aunque ahora no sería tan exigente.

-Yo quizá también tendré que esperar un tiempo. El joven músico sólo me comparte con su guitarra.
-Creo que el músico es quien ha visitado a mi ama y diría que con muchas ganas. Me dejaron llena de nata y sudor ...
Con un suave viento que mece la ropa tendida, las sábanas se secan para volver a cubrir las camas donde esperarán con deleite otras noches tórridas ..
Intrigas cortesanas, señores feudales, asentamientos extramuros en necrópolis de niños, una excursión llena de historia y magia entre viñedos.
Entre Vilafranca del Penedés y Avinyonet, salida desde Can Torrents en plena ruta del vino en el Penedés, por una pequeña carretera asfaltada entre viñedos, bodegas y cavas, atravesando Sant Pere Molanta, se pasa por delante de Sant Miquel d'Olérdola y se asciende al emplazamiento medieval d'Olérdola y su castillo, antiguo poblado íbero, para disfrutar de unas vistas espectaculares de todo el Penedés. Un camino bordeado de cipreses nos deja en la Necrópolis del Pla dels Albats y lo que queda de la Capilla románica de Santa María, compuesta por un centenar de tumbas antropomorfas, muchas de ellas pertenecen a “albats”, bebés muertos antes de recibir los sacramentos o tener uso de razón. Fue una zona habitada por la protección que suponía el hecho de estar dentro de la sagrera, 'zona sagrada' marcada en piedra por cruces que delimitan el cementerio, (básicamente, allí no te podían matar ni robar), podemos ver las excavaciones de antiguos edificios en la rocas colindantes con el cementerio.Esta ciudad disfrutaba de una situación geográfica, con vistas al fondo del mar y toda la zona del Penedès, a uno y otro lado. Nos adentramos en una pista que rodea la montaña, en la falda de la ermita del Castillo, hasta una urbanización Torrelletas, se vuelve por el mismo parque natural d'Olérdola, se desciende el castillo y volvemos por otro camino entre cepas y bodegas hasta Can Torrens (muy cerca de Avinyonet), punto de inicio y final.
Iglesia Sant Miquel d'Olérdola iglesia románica medieval dentro del recinto amurallado El pla dels Albats