sábado, 30 de agosto de 2008
Luchar por tus besos
Hasta donde llegaría .......
Vale la pena ver hasta donde se puede llegar por tus besos.....
Luchar por tus besos
Hasta donde llegaría .......
Vale la pena ver hasta donde se puede llegar por tus besos.....
viernes, 29 de agosto de 2008
No las encuentro ¿podeís ayudarme?
He perdido mis manos frías, me gustaría saber quién me las ha quitado, sin ellas me siento como un insecto despistado, solo, en mi habitación, revoloteando con la mirada extraviada en el lluvioso paisaje que puedo ver a través de los traslúcidos cristales, me siento terriblemente incompleto.
Pienso en como me siento y me concentro en aquello que me falta, lo que hace que me sienta vivo. Cierro los ojos, quizás estés ahí, a mi lado. No puedo verte pero presiento un agradable calor que me indica que estas cerca, ya llegando de no se donde.

Mi cerebro parece ser que se ha estropeado también, concentrándome un poco mas, capto o quizás imagino, sutiles diferencias en el perfume que invade mi olfato, el olor suave y dulce de tu cuello, el atrayente aroma de tu escote, mezclado por el que se escapa a través de tu cuerpo, surgiendo entre tus muslos, impregnando tu delicada ropa, en tu excitación silenciosa.
...Mantengo los ojos cerrados, disfrutando de la sensación.....
Escucho tu respiración. Cerca, muy cerca. La tentación de volverme es casi irresistible, pero me recreo en el límite, alargándolo lo más posible. Mi corazón comienza a acelerarse exponencialmente, siempre lo hace en estos momentos, me dedico a escuchar secretamente mi interior.
Sonrisa que se ensancha al comprobar que mi cuerpo me desobedece por enésima vez y se gira hacia ti, no puedo ni quiero detenerlo. Ahora te siento aún demasiado cerca, enfrente.
Tal vez nos separen unos centímetros, o quizá milímetros, no tengo forma de saberlo. pero si noto la pesada gravedad, como la que ejerce la luna llena sobre el mar.
Siento dentro de mi, como crece la marea, como se ahuecan mis tejidos bajo la piel, percibo tu mano acariciar sutilmente mis labios, esa sonrisa que tu me enseñaste a dibujar en mi rostro, marcándome la mejillas, es un roce casi imperceptible, pero la sensación es poderosa. Adelanto mis manos para acariciarte, me detengo a escasos milímetros de tu piel. No puedo verte, pero casi puedo sentirte.
Paladeo la anticipación que embarga a mi corazón, el deseo irrefrenable que tú alimentas. Cuando de nuevo mi cuerpo me vence, por fin toco tu suave piel, tan dulce y delicada comparada con la mía. Recorro con mis dedos la línea de la mandíbula mientras me imagino tus ojos color azul transparentes, clavando la mirada en mis cerrados párpados.
Tus manos tampoco están quietas, no pueden estarlo, y recorren suavemente mi rostro hasta entrelazarse en mi nuca. Me atraes hacia ti, y mientras lo haces, mi corazón bombea aún a mas velocidad, me sumerjo en tu aroma, en tu tacto. Nuestros labios por fin se rozan, la sensación mas dulce del mundo. La suavidad de tus labios buscando los míos me provoca una serie de descargas que recorren mis vértebras, estremecimientos que me sobrecogen.
La sensación es tan fuerte que mi respiración comienza a acelerarse. Mi lengua recorre tus labios y tú la permites entrar. Comienzas a acariciar mi lengua con la tuya y no puedo evitar que un jadeo se escape entre mis labios, mis manos que ya no están frías recorren tu cadera y te acercan a mí, tu también me abrazas con fuerza mientras el beso continúa, como hecho a faltar esa fría temperatura de las manos, que te hacía estremecer.
Asaltado militarmente por un millar de sensaciones placenteras, el mundo desaparece, te pregunto mentalmente, que hacen mis manos, ya no las controlo, las yemas de mis dedos me dicen que cierras los ojos, cerrados los mios desde el principio, supongo que disfrutas tanto como yo de las sensaciones y mareas incontroladas que nos recorren.
El beso se va impregnando de pasión, tu corazón late a la par que el mío, tu respiración se hace mas fuerte y profunda, los dos nos separamos a la vez, sonríes y mi corazón casi estalla de felicidad, abro los ojos para mirarte, sentirte con el único sentido que aún no he empleado, tu frescor aun está en mis labios, tu tacto perdura en mis manos, tu respiración resuena en mis oídos y tu perfume aun me hechiza, abro los ojos para verte...
Me encuentro de nuevo en mi habitación, solo, pero eso si, sin mis manos frías.
Sueños y Despertares
No se si hice bien ......
El caso es que cambié el orden de la placidez de tu sueño, por un orgasmo irreal entre sombras
Dormías tan plácidamente y te deseaba tanto que decidí unir tus sueños con mis realidades
O tal vez que pasases a ser mi musa en mi pensamiento.
De todas formas tu despertar fue goloso, dulce y tu desadormecerte se convirtió en mi sueño en vida
Luego te entregaste a Morpheo y nunca hablamos más del asunto
Sueños y Despertares
No se si hice bien ......
El caso es que cambié el orden de la placidez de tu sueño, por un orgasmo irreal entre sombras
Dormías tan plácidamente y te deseaba tanto que decidí unir tus sueños con mis realidades
O tal vez que pasases a ser mi musa en mi pensamiento.
De todas formas tu despertar fue goloso, dulce y tu desadormecerte se convirtió en mi sueño en vida
Luego te entregaste a Morpheo y nunca hablamos más del asunto
martes, 26 de agosto de 2008
Los Tres Botones

Ni siquiera me acordaba de haberme vestido, llevaba unos tejanos, un polo de color verde oscuro y unos zapatos naúticos, mi piel estaba tostada por el sol, me miré el vello de los brazos, era rubio, que bien quizás también tuviera unos hermosos ojos azules, quizás era sueco o africano, me levanté de un salto y comprobé con satisfacción que tenía agilidad, que era alto, también comprobé que me comía las uñas, al mirarme los dedos. ¿que edad tendría?.
De repente me di cuenta que todo este tiempo aferraba con fuerza en mi mano izquierda, una cajita de plata ovalada, la abrí y allí aparecieron tres hermosos botones relucientes, blancos de nácar, no tenía ni idea que significaba eso, me miré de nuevo y comprobé que en mis pantalones pasaba algo, estaban abiertos y mostraba parte de mi ropa interior.
Una vez ya puestos en situación, me dirigí hacia la salida del parque, con la vista en el suelo, quizás buscando esos malditos botones que me faltaban, dí unas patadas con rabia a unas botellas rotas que saltaron hechas añicos, cuando me di cuenta del escándalo me encontré rodeado de miradas inquisidoras, la falta de mis tres botones, me confería un aspecto un tanto extraño, de modo que para solucionarlo, estiré el polo al máximo por encima de los jeans y me dirigí a una mercería en la que se podía leer un rótulo que rezaba "LOS TRES BOTONES".
Al entrar en la tienda me quedé atónito, el local tenía muy poca luz y se cruzaban gente de distintas edades, hombres y mujeres de aspecto despistado, pero todos ellos con el denominador común de que en alguna parte de su vestimenta faltaban, tres botones, no había mostrador ni dependientes, la gente intercambiaba miradas y tímidamente sacaban cajitas, en las que los botones coincidían de una forma misteriosa con los que aún quedaban en las prendas desprovistas de los mismos.
Me pregunté ese tipo de cosas que siempre se pregunta uno, en situaciones que nos superan: ¿Qué significaba este sitio? ¿Qué tuvimos que hacer para perder tres botones y para coincidir justo en ese lugar, con alguien que aparentemente los ha recuperado?
Cuando la vi a ella, desee con todas mis fuerzas que mis pequeñas piezas nacaradas, coincidiesen con los que faltaban con su blusa de encaje, aunque si soy sincero me quedé impresionado con aquella belleza despistada y su blusa abierta mostrando generosamente sus pechos y la parte oscurecida de la aureóla de sus pezones.

Ella echó el cuello hacia atrás levemente, me miró a los ojos, sonriendo abrió su mano derecha y allí aparecieron hermosos botones, que cayeron al suelo, rodando hacia nuestros pies, nos agachamos casi al unísono, rozándonos el rostro, por un instante pude embriagarme con su aroma, casi notar su piel tibia, con los dedos me tomó los jeans por la cintura, notaba el dorso de su mano contra la piel de mi vientre, sus movimientos eran dulces pero terriblemente sensuales, colocó uno de sus botones en la boca, para poder tomar el que me quedaba, atrapándolo con la mano y para verlo mejor a la luz, estirando y palpando descaradamente lo que estaba debajo del botón también, terriblemente excitado por aquellas caricias casuales, me salió un aullido interno de placer, que recorrió todo mi cuerpo como una descarga eléctrica, al comparar las dos piezas de latón con la tenue luz del local, apreciamos que los dos eran del mismo material, cobre y latón, pero el diseño no coincidía en nada.
Entonces vi como su cara se decepcionaba, comprendió que yo no era su medio botón, se dio la vuelta y vi como se alejaba entre las sombras de aquellas personas a las que les faltaban tres botones.
Me pregunté otra vez, ese tipo de cosas que siempre me pregunto: ¿ Por qué siempre después de todas las coincidencias pasadas, no se producen justamente las coincidencias que uno quiere que se produzcan ?
Y me pongo a pensar y pensar, aún sigo con mi cajita y los tres botones de nacar.
Los Tres Botones

Ni siquiera me acordaba de haberme vestido, llevaba unos tejanos, un polo de color verde oscuro y unos zapatos naúticos, mi piel estaba tostada por el sol, me miré el vello de los brazos, era rubio, que bien quizás también tuviera unos hermosos ojos azules, quizás era sueco o africano, me levanté de un salto y comprobé con satisfacción que tenía agilidad, que era alto, también comprobé que me comía las uñas, al mirarme los dedos. ¿que edad tendría?.
De repente me di cuenta que todo este tiempo aferraba con fuerza en mi mano izquierda, una cajita de plata ovalada, la abrí y allí aparecieron tres hermosos botones relucientes, blancos de nácar, no tenía ni idea que significaba eso, me miré de nuevo y comprobé que en mis pantalones pasaba algo, estaban abiertos y mostraba parte de mi ropa interior.
Una vez ya puestos en situación, me dirigí hacia la salida del parque, con la vista en el suelo, quizás buscando esos malditos botones que me faltaban, dí unas patadas con rabia a unas botellas rotas que saltaron hechas añicos, cuando me di cuenta del escándalo me encontré rodeado de miradas inquisidoras, la falta de mis tres botones, me confería un aspecto un tanto extraño, de modo que para solucionarlo, estiré el polo al máximo por encima de los jeans y me dirigí a una mercería en la que se podía leer un rótulo que rezaba "LOS TRES BOTONES".
Al entrar en la tienda me quedé atónito, el local tenía muy poca luz y se cruzaban gente de distintas edades, hombres y mujeres de aspecto despistado, pero todos ellos con el denominador común de que en alguna parte de su vestimenta faltaban, tres botones, no había mostrador ni dependientes, la gente intercambiaba miradas y tímidamente sacaban cajitas, en las que los botones coincidían de una forma misteriosa con los que aún quedaban en las prendas desprovistas de los mismos.
Me pregunté ese tipo de cosas que siempre se pregunta uno, en situaciones que nos superan: ¿Qué significaba este sitio? ¿Qué tuvimos que hacer para perder tres botones y para coincidir justo en ese lugar, con alguien que aparentemente los ha recuperado?
Cuando la vi a ella, desee con todas mis fuerzas que mis pequeñas piezas nacaradas, coincidiesen con los que faltaban con su blusa de encaje, aunque si soy sincero me quedé impresionado con aquella belleza despistada y su blusa abierta mostrando generosamente sus pechos y la parte oscurecida de la aureóla de sus pezones.

Ella echó el cuello hacia atrás levemente, me miró a los ojos, sonriendo abrió su mano derecha y allí aparecieron hermosos botones, que cayeron al suelo, rodando hacia nuestros pies, nos agachamos casi al unísono, rozándonos el rostro, por un instante pude embriagarme con su aroma, casi notar su piel tibia, con los dedos me tomó los jeans por la cintura, notaba el dorso de su mano contra la piel de mi vientre, sus movimientos eran dulces pero terriblemente sensuales, colocó uno de sus botones en la boca, para poder tomar el que me quedaba, atrapándolo con la mano y para verlo mejor a la luz, estirando y palpando descaradamente lo que estaba debajo del botón también, terriblemente excitado por aquellas caricias casuales, me salió un aullido interno de placer, que recorrió todo mi cuerpo como una descarga eléctrica, al comparar las dos piezas de latón con la tenue luz del local, apreciamos que los dos eran del mismo material, cobre y latón, pero el diseño no coincidía en nada.
Entonces vi como su cara se decepcionaba, comprendió que yo no era su medio botón, se dio la vuelta y vi como se alejaba entre las sombras de aquellas personas a las que les faltaban tres botones.
Me pregunté otra vez, ese tipo de cosas que siempre me pregunto: ¿ Por qué siempre después de todas las coincidencias pasadas, no se producen justamente las coincidencias que uno quiere que se produzcan ?
Y me pongo a pensar y pensar, aún sigo con mi cajita y los tres botones de nacar.
domingo, 24 de agosto de 2008
El mensajero
-¿Como que no?
-Solo tenemos la carátula, para que los clientes seleccionen el contenido, el DVD no lo han devuelto, quizás esta tarde lo hagan. Si quiere puede utilizar el sistema de entrega y recogida a domicilio, por una pequeña comisión y yo mismo se lo llevo.
La chica de unos treinta años, llevaba una camisa blanca de hombre, con los dos botones superiores desabrochados, acentuaban un escote muy sugerente,una melena rubia de pelo liso y ojos azules llorosos, muy atractiva, parecía muy decepcionada, asintió levemente con la cabeza.
Imprimí los datos de la base de datos, me confirmó la dirección. le pedí el horario de entrega.
-¿Hasta que hora hacéis las entregas?
-Hasta las 9.
-Muy bien, a ver si es verdad. Sonrió y se giró sobre sus talones, me quedé un rato viendo como salía de la tienda, se movía con gracia muy femenina, basculando en unos altos tacones. Al rato de irse, entregaron el DVD a través del cajero automático, como tenía gente en el videoclub, esperé a cerrar, tomé la dirección, me coloqué el 'barbour', metí en un bolsillo grande la película y me encaminé a su domicilio, estaba cerca.
-Meeec, meeeeec ¿Holaaaaaaaaaa?, soy el del videoclub, acerqué la boca al telefonillo aún más, gritando un poco, pués no contestaban.
-. Ahhhh, que bien por fin, venga sube. chiiiiek-clack (el chasquido metálico de la cerradura de la puerta de entrada). Alcancé el segundo piso en dos zancadas, con una precisión matemática me abrió justo en el momento que llegaba al rellano. Casi entro por inercia, frené educadamente, insistió y me hizo pasar, fui sacando la peli y un impreso de entrega. Ella no tenía prisa, me hizo sentar mientras firmaba. Se acercó con el dvd en la mano y lo colocó en el reproductor.....
-Es que a veces no vá, así ya que estas aquí comprobamos que todo va bien. El soporte iba perfecto, enseguida después de múltiples anuncios, que hice saltar rápido, apareció en la gran tele de plasma el inicio de la película.
PARAMOUNT presenta .....
" EL MENSAJERO DEL VIDEOCLUB "
Me quedé atónito, era yo el que salía ya en la primera escena, mi moto, mi barbour ......
-Ella se quedó mirándome, observando mi asombro y sonrió. Además la protagonista también llevaba una blusa blanca con dos botones desabrochados.
-Si quieres te esperas a que vea la peli y así ya te la puedes llevar, así te ahorras los viajes de la recogida. La verdad es que no tenía otra cosa mejor que hacer de modo que acepté. Me saqué el 'barbour', me lo colgó en un perchero. Le pregunté donde estaba el baño, me acompañó y se fue al salón. Alargué mi estancia en el baño, la situación era un tanto incómoda era la primera vez que me quedaba a ver una película con un cliente, de modo que ordené mis ideas y salí por fin. Al salir me quedé de piedra, la película era seudo_porno, en ella el mensajero estaba en jarras con los brazos cruzados desafiante, mientras ella miraba a su vez otra peli porno, en el dialogo le decía que ...¿para que son si no, las peliculas porno? si no es para el sexo.
Ella estaba muy concentrada en la película, se había quitado un botón más de la camisa y estaba totalmente descalza, sentada en el sofá sobre una pierna, su falda dejaba ver parte de unos hermosos muslos. Era una situación que me superaba, de modo que opté por lo fácil, me coloqué de pié, con las piernas abiertas, entre la tele y ella (sin tapar la pantalla) tal
como estaba sucediendo en el guión de la otra película, al hacerlo así, a ella se le escapó un gesto de aprobación y un leve gemido .
En la película, la mujer se acariciaba a si misma viendo las escenas de una peli erótica y le pedía al mensajero, que se bajase los pantalones simplemente para tener la expectativa de poder agarrar una buena polla, cuando le apeteciese, allí justo a su lado mientras los efluvios del sexo se apoderaban de ella, obedientemente el mensajero se quedaba ahí de pié con los pantalones y boxer formando el crater de un volcán de tela hasta las rodillas........

Ella me miró suplicante, comprendí me fui bajando los pantalones lentamente, una sonrisa iluminó su cara, condescendiente, se subió algo la falda mostrando parte de la tela de unas hermosas braguitas blancas de encaje transparente y desabrochó uno más de sus botones, no llevaba sujetador y sus pezones quedaron descaradamente empitonados, bajo aquella leve tela.
A pesar de mis esfuerzos, mi polla quedó totalmente tiesa como un mástil y ahí estaba yo,
como si fuese una estatua de sal, con un mástil descarado apuntando al techo, surgiendo de la entrepierna. Y lo peor de todo es que por la pantalla, había un tipo exactamente como yo.

Ella no se tocaba, pero a medida que la película transcurría se iba cambiando de posición, retorciendo se, yo me estaba poniendo enfermo, al final se un pecho entero emergió entre la tela, cerré los ojos y agradecí a Dios aquella imagen, me mordí los labios con fuerza, tomó su pecho y empezó a acariciarlo por debajo entre sus dedos, como si fuese una copa, sin ninguna prisa, no me miraba a la cara, solo los movimientos agónicos de mi tranca entre mis huevos, se le habia cambiado la sonrisa por una expresión de máxima concentración, la vista pérdida, los labios húmedos y mordidos......
A estas alturas, la polla me dolía, de modo que tal como vi en el video, ayudé con mi mano lentamente, disfrutando del roce, para que bajase la piel para dejar el glande con plena libertad, estaba super hinchado brillante por la humedad de la excitación y de un color granate que destacaba en aquella estancia.
De vez en cuando ella, arqueaba el cuello hacia atrás y se le escababa algún gemido, su mano recorría el interior de su falda, mientras en el vídeo la protagonista saltaba como posesa hacia su mensajero y metía su polla en la boca con glotonería, buscando agrandar al máximo la herramienta durísima que la iba a penetrar una y otra vez.......
No me di cuenta, pensé que era una alucinación, pero sentí mi polla hincharse dentro de su boca, relamida con lujuria, resbalando entre su saliva, entrando saliendo, a punto de explotar mientras sentía ya sus pechos fuera de la camisa frotándose con fuerza contra mi abdomen .......
El mensajero
-¿Como que no?
-Solo tenemos la carátula, para que los clientes seleccionen el contenido, el DVD no lo han devuelto, quizás esta tarde lo hagan. Si quiere puede utilizar el sistema de entrega y recogida a domicilio, por una pequeña comisión y yo mismo se lo llevo.
La chica de unos treinta años, llevaba una camisa blanca de hombre, con los dos botones superiores desabrochados, acentuaban un escote muy sugerente,una melena rubia de pelo liso y ojos azules llorosos, muy atractiva, parecía muy decepcionada, asintió levemente con la cabeza.
Imprimí los datos de la base de datos, me confirmó la dirección. le pedí el horario de entrega.
-¿Hasta que hora hacéis las entregas?
-Hasta las 9.
-Muy bien, a ver si es verdad. Sonrió y se giró sobre sus talones, me quedé un rato viendo como salía de la tienda, se movía con gracia muy femenina, basculando en unos altos tacones. Al rato de irse, entregaron el DVD a través del cajero automático, como tenía gente en el videoclub, esperé a cerrar, tomé la dirección, me coloqué el 'barbour', metí en un bolsillo grande la película y me encaminé a su domicilio, estaba cerca.
-Meeec, meeeeec ¿Holaaaaaaaaaa?, soy el del videoclub, acerqué la boca al telefonillo aún más, gritando un poco, pués no contestaban.
-. Ahhhh, que bien por fin, venga sube. chiiiiek-clack (el chasquido metálico de la cerradura de la puerta de entrada). Alcancé el segundo piso en dos zancadas, con una precisión matemática me abrió justo en el momento que llegaba al rellano. Casi entro por inercia, frené educadamente, insistió y me hizo pasar, fui sacando la peli y un impreso de entrega. Ella no tenía prisa, me hizo sentar mientras firmaba. Se acercó con el dvd en la mano y lo colocó en el reproductor.....
-Es que a veces no vá, así ya que estas aquí comprobamos que todo va bien. El soporte iba perfecto, enseguida después de múltiples anuncios, que hice saltar rápido, apareció en la gran tele de plasma el inicio de la película.
PARAMOUNT presenta .....
" EL MENSAJERO DEL VIDEOCLUB "
Me quedé atónito, era yo el que salía ya en la primera escena, mi moto, mi barbour ......
-Ella se quedó mirándome, observando mi asombro y sonrió. Además la protagonista también llevaba una blusa blanca con dos botones desabrochados.
-Si quieres te esperas a que vea la peli y así ya te la puedes llevar, así te ahorras los viajes de la recogida. La verdad es que no tenía otra cosa mejor que hacer de modo que acepté. Me saqué el 'barbour', me lo colgó en un perchero. Le pregunté donde estaba el baño, me acompañó y se fue al salón. Alargué mi estancia en el baño, la situación era un tanto incómoda era la primera vez que me quedaba a ver una película con un cliente, de modo que ordené mis ideas y salí por fin. Al salir me quedé de piedra, la película era seudo_porno, en ella el mensajero estaba en jarras con los brazos cruzados desafiante, mientras ella miraba a su vez otra peli porno, en el dialogo le decía que ...¿para que son si no, las peliculas porno? si no es para el sexo.
Ella estaba muy concentrada en la película, se había quitado un botón más de la camisa y estaba totalmente descalza, sentada en el sofá sobre una pierna, su falda dejaba ver parte de unos hermosos muslos. Era una situación que me superaba, de modo que opté por lo fácil, me coloqué de pié, con las piernas abiertas, entre la tele y ella (sin tapar la pantalla) tal
como estaba sucediendo en el guión de la otra película, al hacerlo así, a ella se le escapó un gesto de aprobación y un leve gemido .
En la película, la mujer se acariciaba a si misma viendo las escenas de una peli erótica y le pedía al mensajero, que se bajase los pantalones simplemente para tener la expectativa de poder agarrar una buena polla, cuando le apeteciese, allí justo a su lado mientras los efluvios del sexo se apoderaban de ella, obedientemente el mensajero se quedaba ahí de pié con los pantalones y boxer formando el crater de un volcán de tela hasta las rodillas........

Ella me miró suplicante, comprendí me fui bajando los pantalones lentamente, una sonrisa iluminó su cara, condescendiente, se subió algo la falda mostrando parte de la tela de unas hermosas braguitas blancas de encaje transparente y desabrochó uno más de sus botones, no llevaba sujetador y sus pezones quedaron descaradamente empitonados, bajo aquella leve tela.
A pesar de mis esfuerzos, mi polla quedó totalmente tiesa como un mástil y ahí estaba yo,
como si fuese una estatua de sal, con un mástil descarado apuntando al techo, surgiendo de la entrepierna. Y lo peor de todo es que por la pantalla, había un tipo exactamente como yo.

Ella no se tocaba, pero a medida que la película transcurría se iba cambiando de posición, retorciendo se, yo me estaba poniendo enfermo, al final se un pecho entero emergió entre la tela, cerré los ojos y agradecí a Dios aquella imagen, me mordí los labios con fuerza, tomó su pecho y empezó a acariciarlo por debajo entre sus dedos, como si fuese una copa, sin ninguna prisa, no me miraba a la cara, solo los movimientos agónicos de mi tranca entre mis huevos, se le habia cambiado la sonrisa por una expresión de máxima concentración, la vista pérdida, los labios húmedos y mordidos......
A estas alturas, la polla me dolía, de modo que tal como vi en el video, ayudé con mi mano lentamente, disfrutando del roce, para que bajase la piel para dejar el glande con plena libertad, estaba super hinchado brillante por la humedad de la excitación y de un color granate que destacaba en aquella estancia.
De vez en cuando ella, arqueaba el cuello hacia atrás y se le escababa algún gemido, su mano recorría el interior de su falda, mientras en el vídeo la protagonista saltaba como posesa hacia su mensajero y metía su polla en la boca con glotonería, buscando agrandar al máximo la herramienta durísima que la iba a penetrar una y otra vez.......
No me di cuenta, pensé que era una alucinación, pero sentí mi polla hincharse dentro de su boca, relamida con lujuria, resbalando entre su saliva, entrando saliendo, a punto de explotar mientras sentía ya sus pechos fuera de la camisa frotándose con fuerza contra mi abdomen .......
sábado, 23 de agosto de 2008
Estado salvaje
tus contorsiones no desentonan entre tantas pieles tostadas,
pelos largos, untados de sudor salado, negros, rizados sobre si mismos, enmarañados,
rostros que se adivinan en el traslúz, olor y ritmo, unos músicos tocan,
contagian su ritmo frenético, establecen una salsa musical, de la que es difícil escapar,
no se puede luchar contra sus vibraciones y su volumen se apodera del cuerpo lentamente,
el baile adquiere una magnitud colectiva, las caderas y cuellos solo obedecen a la percusión, se retuercen armonicamente al unísono, la luz refleja las pieles mojadas, perla el sudor sobre los hombros y resalta las formas de brazos y piernas torneadas por el baile, bajo frágiles camisetas de algodón, resplandecientes ante tanta armonía, la vista se va fijando en las mujeres que se mueven con más sensualidad y allí estás tú destacando con tu piel y hermosos ojos azules semicerrados, sintiendo la música.
De repente la música cambia, los músicos aflojan el ritmo y ofrecen una balada lenta, me quedo desubicado en la pista, como por arte de magia, todos han tomado una pareja.....
En medio de ese instante atemporal, siento una mano que se cierra sobre mi muñeca, me arrastras hacia ti y tus brazos me rodean suavemente, no protesto, me dejo llevar y poco a poco tu cuerpo se va acoplando al mio, mi respiración se acelera no por el ritmo, sino por tus tetas cuando se frotan sobre mi pecho, lo haces con generosidad, provocando, te agarro más fuerte y entonces noto las curvas de tus muslos en mi entrepierna.

Mi polla se pone como un trozo de hierro y en lugar de aliviarme al ritmo pastoso de la música, me masajeas como si me follaras, a través de la presión de tu sexo, noto como con tus movimientos y mi excitación, mi glande se escapa por la parte superior del boxer, quedando tapado tan solo por mi camiseta por fuera, te devuelvo la jugada y coloco con suavidad mi muslo y lo tenso entre tus piernas, buscando la parte interior de tus muslos, subiendo y bajando al ritmo de la música adaptado a la respiración que ya empiezas a tener ..... tu sigues arriba, abajo, arriba, abajo y aprietas con fuerza, te gusta mi muslo ahí y yo noto tu intenso fuego.
Sin proponérselo vamos bailando hacia una pared al fondo del local, sin luz, solo unas parejas en unos apartados, diciéndose cosas al oído......te arrincono contra la pared, ahí mis embates, ya no te desplazan hacía atrás, te aplastan dulce y decididamente contra la pared, seguimos bailando, pero el baile se transforma en movimientos entre nuestros cuerpos y la música se va fusionando con nuestras respiraciones y gemidos.
Te das la vuelta y apoyas tus palmas contra la pared, yo aprisiono tus muñecas entre mis manos y la pared y froto mi paquete, ahora muy abultado, a través de a los 'jeans' con la polla a punto de reventar contra tu culo, noto en la sensibilidad de los huevos, tu culo, lo imagino, recorriendotelo golosamente, aprietas tus nalgas y las aflojas en un movimiento sensual y constante, me atráes hacia ti, paseo mi pene entre tus glúteos y tú lo frotas contra el..... acaricio los muslos por debajo de tu falda y con los dedos agarro la tira de tu tanga y lo bajo hasta la mitad del muslo, rozo levemente tu sexo, tu raja esta hirviendo, mojada, inundada , mis dedos la recorren, llenándose de tus flujos, provocando que notes como caen entre tus muslos, gotas ardientes, subo tu falda lo justo para que tu culo se apoye contra mi pantalón ....

Tu cuello se arquea y gimes......desabrochas uno a uno, los cierres metálicos de mi bragueta mientras sigues mirando la pared y notas como salta mi polla, surge gorda y dura como un hierro ....te la quedas en la palma de tu mano, notando su peso, ahora están en contacto
Subo tu pierna por la parte posterior de tu rodilla derecha , entre mi bíceps y el antebrazo apoyado en la parede te elevas como una pluma, me ofreces tu coño abierto delicioso y quedas de puntillas con tu otra pierna, me agacho un poco y dejo que mi glande, ahora granate y gordo, encuentre el camino de tu sexo delicioso, y dejo caer suavemente, noto las salpicaduras de tu coño mojado y las convulsiones extremas de tu excitación, contienes un grito y yo otro, te subo y te dejo caer otra vez, cuando estas abajo yo me pongo de puntillas para penetrarte mejor ..... noto tu interior y como estoy a punto de explotar.

El ritmo es frenético te muerdo el cuello y noto como mi leche surge entre mis huevos, me recorre por dentro, me convulsiona, en ese punto que precede al éxtasis y se va acelerando vertiginosamente a través de mi interior para escupirte por dentro, para inundarte, un rio de semen ...... me gusta tu rostro desencajado (el mio debe ser peor)
Al retirar el pene una oleada blanca de leche caliente, baja por tus piernas.... No te tapas, me miras y me sonries, me gusta tu sudor y tu semidesnudez
martes, 19 de agosto de 2008
Momentos

Todas las noches me acaricio con tus dedos cierro los ojos y los lamo bajo el contorno de los mios y te conduzco por mi cuerpo como tu me conduces. Todas las noches damos vueltas de la cama para el suelo ydel suelo para encima de la comoda y para la mesa de la sala y lasbaldosa frias de la cocina. Todas las noches recorremos abrazados la casa donde no vives. Todas las noches tu entras en mi por todas las puertas, tu lengua silenciosa despierta vertigos desconocidos en las partes secretas de mis orejas, de mis piernas y de mis pies. .....
Todas las noches siento el castaño de tus ojos disolviendose en los mios con una felicidad ardiente, inmensa,...veo tus caderas bailando sobre el redondo de mi vientre, de mis nalgas.
Todas las noches tus dientes muerden mi cuello en el sitio exacto en que mi cuerpo guardaba la ultima cerradura.Todas las noches vuelvo a subir a ese monte de los vendabales... solo nuestro.

Son de EL
Azotes en las Noches, Tardes, Mañanas intemporales
Días totalmente soleados
Nubarrones negros
Viento que azota las cornisas
Siento las piedras preciosas sobre tu cuello blanco
Déjame jugar con ellas mientras te susurro al oido lo loco que me vuelves, el deseo que hace correr mi sangre por mis venas, tu voz que despierta todas mis terminaciones nerviosas, el estómago que se me encoge como una pelota de tenis.
La mente enturbiada
La pérdida irrecuperable de la razón el olvido de donde está mi suelo......mi punto de apoyo
El vacio que provoca tu suave lengua deliciosamente húmeda y carnosa
Caricias de las que no soy dueño, el imán poderoso de tu piel a través de los irresistibles y ansiosos poros, deseosos de ser refrescados con caricias y perlas de sudor de colores iriscentes Consigues que el tiempo se detenga en esas tardes eternas en el recuerdo, conversaciones ..... llenas de sensualidad

son de ELLOS
Momentos de embriaguez deliciosos, retorcimientos de todos los músculos ahuecando mi cuerpo para que tu estés en el nerviosismo e inspiraciónmis dedos también acompañan
Tus frases y tu respiración......tan agitada y tan deliciosa música
Que cerramos los oidos a todo excepto a nuestras respiraciones,

lunes, 18 de agosto de 2008
Mañana, quizás

El cenicero estaba lleno ....
El aire caliente se me aplastaba contra la cara y me secaba los labios, solo me quedaba el tacto tibio de mi botellín de cerveza, la espuma ya estaba caliente y sabía amarga, al salir el camarero, le pedí otra, aunque solo fuera por notar algo frío en la garganta.
Encendí el enésimo cigarrillo, y escuché que me llamaban.
Era una voz aguda y cantarina que se iba modulando a medida que se acercaba, no era una voz familiar, me volví, recién salida del mar el pelo aún mojado, ella me saludaba estirando un brazo. Aceleró el paso, luego lo demoró y empezó a correr de puntillas, la arena blanca quemaba con rabia en aquellas horas solares, luego se llevó las manos al pelo, despejó su cara y otra vez a la carrera saltando entre las alegres toallas de colores.
Me besó en la mejilla sin afeitar, dijo "hola" alegremente al camarero y sonrió deliciosamente, me encogí de hombros, no la había visto desde el verano anterior, llevaba el pelo más largo de lo que podía recordar, intentaba acordarme de su nombre.
Olía a sal, a arena caliente y a vainilla, podía asociar su olor a un par de encuentros agradables y sobretodo más cortos de lo que me hubiese gustado, durante el veraneo pasado.
Sus mejillas estaban encendidas al igual que la punta de la nariz por culpa del sol, vestía un bikini muy pequeño rojo de tirantes muy finos.
Me fijé en el vello de sus brazos tostados, destacando por su rubio brillante.
-¿No deberías tomar menos el sol?
-¡Qué va si todavía estoy un poco blanca! Contestó levantando una pierna como una bailarina.
-Pues yo te veo dorada protesté jocosamente
Se rió sonoramente
-¡Ni hablar! De un salto se acercó, con dos dedos apartó parte de su top y me mostró la parte blanca, mirándome de reojo con una sonrisa pícara me dijo:
-Pués todavía me falta un poco, ¿no crees?
-¿No quieres beber un refresco?
-Gracias, pero no puedo, he quedado con 'alguién' dentro de un rato y todavía tengo que pasar por casa para cambiarme.
-Venga quedáte un ratito (aún no conseguía acordarme de su nombre, maldita memoria).
-Nonononononono (entonando como una cancioncilla). Me hizo reir.
-Es una lástima suspiré, acabándome de una vez la cerveza caliente.
Abrió los brazos en jarra,
-¡No pongas esa cara tan triste!, mañana quizás me quede.
La miré con gesto risueño.
-No te preocupes. Con un beso me conformo.
Se inclinó, volvieron a inundarme todos sus aromas, y me plantó los labios suavemente en la mejilla, con lentitud.
Entonces improvisé una ligera conversación, durante algunos minutos, acerca del destino de los encuentros fortuitos, de su horóscopo, del mio, del destino otra vez etc. etc. con la esperanza de que se sentase un rato, pero seguía en pie, respondiendo con su gracia habitual y al mismo tiempo con una concisión que no dejaba de sugerir prisa, de marcar un límite.
Antes de despedirse me pidió un cigarrillo, me lanzó un beso con las dos manos y se apartó de la sombra del toldo, salió al sol, la luz rebotó en su piel brillante y por un momento me deslumbró.
Encendí otro cigarrillo y contemplé como se marchaba, su cabellera ensortijada, independiente de su cuerpo, sus caderas alegres, bailando por la forma de desplazarse casi corriendo, y el triángulo rojo de su bañador haciéndose pequeño.

Mientras permanecía allí sentado con mis pensamientos ociosos e inconscientes, apenas elaborados, se posó una maldita mosca en la mano derecha, una mosca curiosamente fea, gorda, ignorante, hostil, a la que nombré culpable de mis fustraciones.
Agité la mano para que se fuese.
Pero no, esa mosca, no tenia una hermosa sonrisa, ni gracia ninguna, ademas no tenia ningunas ganas de irse, ni tenía compromiso previo, estaba destinada para mi de modo que me obligó a hacer el 'molinillo' con los brazos durante un buen rato, se alzaba 2 ó 3 centímetros, se ponía a zumbar y entonces con un sonido realmente horrible, girando y haciendo un ruido furioso y posesivo, me tuvo distraido pensando en lo fácil que es retener una mosca y lo difícil que es retener a alguien que te gusta.
Volvió a aterrizar en mi mano aprovechándose de mis ociosos pensamientos y me picó con alevosía.
No tenía ni idea de por que hubiera preferido que me hubiera pellizcado ella en lugar del picotazo de esa horrible mosca.
Mañana, quizás

El cenicero estaba lleno ....
El aire caliente se me aplastaba contra la cara y me secaba los labios, solo me quedaba el tacto tibio de mi botellín de cerveza, la espuma ya estaba caliente y sabía amarga, al salir el camarero, le pedí otra, aunque solo fuera por notar algo frío en la garganta.
Encendí el enésimo cigarrillo, y escuché que me llamaban.
Era una voz aguda y cantarina que se iba modulando a medida que se acercaba, no era una voz familiar, me volví, recién salida del mar el pelo aún mojado, ella me saludaba estirando un brazo. Aceleró el paso, luego lo demoró y empezó a correr de puntillas, la arena blanca quemaba con rabia en aquellas horas solares, luego se llevó las manos al pelo, despejó su cara y otra vez a la carrera saltando entre las alegres toallas de colores.
Me besó en la mejilla sin afeitar, dijo "hola" alegremente al camarero y sonrió deliciosamente, me encogí de hombros, no la había visto desde el verano anterior, llevaba el pelo más largo de lo que podía recordar, intentaba acordarme de su nombre.
Olía a sal, a arena caliente y a vainilla, podía asociar su olor a un par de encuentros agradables y sobretodo más cortos de lo que me hubiese gustado, durante el veraneo pasado.
Sus mejillas estaban encendidas al igual que la punta de la nariz por culpa del sol, vestía un bikini muy pequeño rojo de tirantes muy finos.
Me fijé en el vello de sus brazos tostados, destacando por su rubio brillante.
-¿No deberías tomar menos el sol?
-¡Qué va si todavía estoy un poco blanca! Contestó levantando una pierna como una bailarina.
-Pues yo te veo dorada protesté jocosamente
Se rió sonoramente
-¡Ni hablar! De un salto se acercó, con dos dedos apartó parte de su top y me mostró la parte blanca, mirándome de reojo con una sonrisa pícara me dijo:
-Pués todavía me falta un poco, ¿no crees?
-¿No quieres beber un refresco?
-Gracias, pero no puedo, he quedado con 'alguién' dentro de un rato y todavía tengo que pasar por casa para cambiarme.
-Venga quedáte un ratito (aún no conseguía acordarme de su nombre, maldita memoria).
-Nonononononono (entonando como una cancioncilla). Me hizo reir.
-Es una lástima suspiré, acabándome de una vez la cerveza caliente.
Abrió los brazos en jarra,
-¡No pongas esa cara tan triste!, mañana quizás me quede.
La miré con gesto risueño.
-No te preocupes. Con un beso me conformo.
Se inclinó, volvieron a inundarme todos sus aromas, y me plantó los labios suavemente en la mejilla, con lentitud.
Entonces improvisé una ligera conversación, durante algunos minutos, acerca del destino de los encuentros fortuitos, de su horóscopo, del mio, del destino otra vez etc. etc. con la esperanza de que se sentase un rato, pero seguía en pie, respondiendo con su gracia habitual y al mismo tiempo con una concisión que no dejaba de sugerir prisa, de marcar un límite.
Antes de despedirse me pidió un cigarrillo, me lanzó un beso con las dos manos y se apartó de la sombra del toldo, salió al sol, la luz rebotó en su piel brillante y por un momento me deslumbró.
Encendí otro cigarrillo y contemplé como se marchaba, su cabellera ensortijada, independiente de su cuerpo, sus caderas alegres, bailando por la forma de desplazarse casi corriendo, y el triángulo rojo de su bañador haciéndose pequeño.

Mientras permanecía allí sentado con mis pensamientos ociosos e inconscientes, apenas elaborados, se posó una maldita mosca en la mano derecha, una mosca curiosamente fea, gorda, ignorante, hostil, a la que nombré culpable de mis fustraciones.
Agité la mano para que se fuese.
Pero no, esa mosca, no tenia una hermosa sonrisa, ni gracia ninguna, ademas no tenia ningunas ganas de irse, ni tenía compromiso previo, estaba destinada para mi de modo que me obligó a hacer el 'molinillo' con los brazos durante un buen rato, se alzaba 2 ó 3 centímetros, se ponía a zumbar y entonces con un sonido realmente horrible, girando y haciendo un ruido furioso y posesivo, me tuvo distraido pensando en lo fácil que es retener una mosca y lo difícil que es retener a alguien que te gusta.
Volvió a aterrizar en mi mano aprovechándose de mis ociosos pensamientos y me picó con alevosía.
No tenía ni idea de por que hubiera preferido que me hubiera pellizcado ella en lugar del picotazo de esa horrible mosca.
sábado, 16 de agosto de 2008
jueves, 14 de agosto de 2008
El mentiroso ridículo

Entra así en un círculo del que difícilmente pueda escapar. Cuando alguien miente mucho, esas mentiras son conocidas por todo el mundo y, además, si el mentiroso admite públicamente que ha mentido, se convierte en un mentiroso ridículo, en un personaje que causa una cierta hilaridad.
Si, por ende, el mentiroso es alguien muy conocido y sus mentiras tienen un cierto eco en los medios de comunicación, el ridículo aumenta en función de la repercusión en la opinión pública.
El mentiroso ridículo tiene que seguir mintiendo para tapar sus mentiras, con las nuevas invenciones. Entra así en un círculo del que difícilmente pueda escapar y cada vez miente más y por momentos hace más el ridículo.
Todos saben que lo que dice es mentira. El sabe que los otros saben y el mismo sabe que miente. Cada vez le es más difícil escapar de su propia trampa y llega un momento que ni lo intenta. Es lo que se llama una huida hacia delante.
Hay quien dice que el mentiroso se acaba creyendo sus propias mentiras, pero eso no deja de ser una coartada más que suele esgrimir el coro de aduladores que el personaje, más o menos conocido, suele tener alrededor. El sabe muy bien que miente y es, precisamente por esa razón, por la que sigue mintiendo. Si el creyera sus propias mentiras alguna vez dejaría de mentir y eso, en ciertos sujetos, no parece posible.
Tiene su coro. Son gentes que conocen las mentiras mejor que la mayoría puesto que están más cerca del mentiroso y saben mejor los entresijos de sus mentiras y las razones por las que miente. Miran para otro lado, niegan la verdad sistemáticamente e, incluso, apoyan las mentiras del mentiroso ridículo con otras de su propia cosecha.
El mentiroso, en según qué momentos y en ciertas ocasiones, no tiene un recorrido corto y hasta puede tenerlo dilatado en el tiempo ya que de sus mentiras muchos pueden sacar provecho.
Además, sus mentiras se instalan en su ámbito de influencia y sientan plaza de verdades que todos admiten aunque todos sepan que son mentiras.
El problema del mentiroso ridículo es cuando su situación, más o menos relevante, le obliga a tomar decisiones y basa esas decisiones y toda su actuación pública en la mentira. Entonces hay que echarse a temblar.
La dibujante de pollas

Salí de la oficina, sabiendo que cuando volviese nada sería lo mismo, tenía miedo, pánico, pero había algo que me producía una corriente eléctrica, aunque mi despido estaba muy cerca.
Al darle a la coordinadora los informes, no me dí cuenta de algo importante, se transpapeló una hoja, en el anverso de la cuál impertinente estaba dibujada una teta, la suya, sin lugar a dudas.
La culpa la tuvo un dia caluroso, propicio a mentes ociosas, ella hablaba por teléfono distraida, pensando que nadie la observaba se acariciaba la piel del escote, secándose el sudor con las yemas de los dedos que luego observaba relajadamente, las perlitas de sudor, corrían por su cuello, furtivamente analicé la forma de sus pechos por sus movimientos, al introducir sus manos, los vaivenes de sus senos, me dieron una idea bastante exacta de su forma, me gusta dibujar para soñar, soy colecionista de imágenes y tomé un apunte rápido, para que no se me fuera de la mente, casi instintivamente, concentrado y despistado a partes iguales, de forma que no me dí cuenta que los trazos culpables estaban sobre el anverso de una hoja oficial.
Caminé a paso lento, mentalizándome de lo que iba a pasar, mis piernas temblaban por los nervios, tomé el camino más largo, alargando así lo inevitable, luego tropezando a través de las mesas, casi despidiéndome de todos mis compañeros, llegué a su despacho, era grande y acogedor, llamé a la puerta...
Abrió la puerta, me miró:
- Por fin has llegado, llevo un rato esperándote; pasa...
- Tragué saliva sonoramente..... glubs, perdone por la espera.
El despacho era largo, grande y con mucha luz, había ventanales alrededor, haciendo que los rayos del sol se reflejasen en toda la estancia, realmente aquello no parecía el trabajo, era más un estudio de pintor.
- ¿Sabes por que te he llamado?
- La verdad, estoy algo nervioso, ¿me puede decir donde está el baño por favor?
Notaba el cosquilleo ácido que preceden las gotitas de orina, intentaba no mearme encima de los pantalones, para que el espectáculo no fuese ya peor de lo que ya era....(intentaba ganar tiempo).
- La primera puerta a la izquierda...y relájate, ¿vale?, nos conocemos ya hace un tiempo.
No podía relajarme, era imposible, mi corazón estaba muy acelerado por tenerla cerca, por oírla, la vista se me escapó hacia su pecho robado, ahora ya podía imaginarlo bajo esa camiseta de tirantes negros ...
- Tranquilízate, no va a pasar nada, no tiene porque pasar nada y lo sabes.
Fuí corriendo al baño, me sudaban las manos, me temblaba todo el cuerpo, intentaba buscar excusas, pero mi mente estaba en huelga.Salí del baño y me dirigí de nuevo hacia ella, esperaba que de un momento a otro sacase la hoja fatídica.
Entonces pasó algo muy sorprendente, me entregó los informes revisados y me dijo que estaban muy bien.

Primero me senté aún temblando, sin atreverme a revisar los informes, luego los pasé poco a poco allí estaban los trazos indiscretos, era imposible no haber visto aquel seno, el vello se me erizó al pasar la página, en el siguiente informe vi una polla perfectamente dibujada, con todos sus detalles, las dobleces de la piel, el escroto, los huevos, sus venas, semihinchada, otra vez aquella sensación de angustia, conocía perfectamente ese cipote, instintivamente, aflojé el cinturón, abrí el pantalon y me la miré asombrado bajo la mesa, casi me dá algo, era mi polla con sus pliegues y su forma exacta la que estaba dibujada allí.
Ahora cada vez que me mira, bajo la cabeza avergonzado, supongo que me dejé la bragueta abierta con los nervios .......
La dibujante de pollas

Salí de la oficina, sabiendo que cuando volviese nada sería lo mismo, tenía miedo, pánico, pero había algo que me producía una corriente eléctrica, aunque mi despido estaba muy cerca.
Al darle a la coordinadora los informes, no me dí cuenta de algo importante, se transpapeló una hoja, en el anverso de la cuál impertinente estaba dibujada una teta, la suya, sin lugar a dudas.
La culpa la tuvo un dia caluroso, propicio a mentes ociosas, ella hablaba por teléfono distraida, pensando que nadie la observaba se acariciaba la piel del escote, secándose el sudor con las yemas de los dedos que luego observaba relajadamente, las perlitas de sudor, corrían por su cuello, furtivamente analicé la forma de sus pechos por sus movimientos, al introducir sus manos, los vaivenes de sus senos, me dieron una idea bastante exacta de su forma, me gusta dibujar para soñar, soy colecionista de imágenes y tomé un apunte rápido, para que no se me fuera de la mente, casi instintivamente, concentrado y despistado a partes iguales, de forma que no me dí cuenta que los trazos culpables estaban sobre el anverso de una hoja oficial.
Caminé a paso lento, mentalizándome de lo que iba a pasar, mis piernas temblaban por los nervios, tomé el camino más largo, alargando así lo inevitable, luego tropezando a través de las mesas, casi despidiéndome de todos mis compañeros, llegué a su despacho, era grande y acogedor, llamé a la puerta...
Abrió la puerta, me miró:
- Por fin has llegado, llevo un rato esperándote; pasa...
- Tragué saliva sonoramente..... glubs, perdone por la espera.
El despacho era largo, grande y con mucha luz, había ventanales alrededor, haciendo que los rayos del sol se reflejasen en toda la estancia, realmente aquello no parecía el trabajo, era más un estudio de pintor.
- ¿Sabes por que te he llamado?
- La verdad, estoy algo nervioso, ¿me puede decir donde está el baño por favor?
Notaba el cosquilleo ácido que preceden las gotitas de orina, intentaba no mearme encima de los pantalones, para que el espectáculo no fuese ya peor de lo que ya era....(intentaba ganar tiempo).
- La primera puerta a la izquierda...y relájate, ¿vale?, nos conocemos ya hace un tiempo.
No podía relajarme, era imposible, mi corazón estaba muy acelerado por tenerla cerca, por oírla, la vista se me escapó hacia su pecho robado, ahora ya podía imaginarlo bajo esa camiseta de tirantes negros ...
- Tranquilízate, no va a pasar nada, no tiene porque pasar nada y lo sabes.
Fuí corriendo al baño, me sudaban las manos, me temblaba todo el cuerpo, intentaba buscar excusas, pero mi mente estaba en huelga.Salí del baño y me dirigí de nuevo hacia ella, esperaba que de un momento a otro sacase la hoja fatídica.
Entonces pasó algo muy sorprendente, me entregó los informes revisados y me dijo que estaban muy bien.

Primero me senté aún temblando, sin atreverme a revisar los informes, luego los pasé poco a poco allí estaban los trazos indiscretos, era imposible no haber visto aquel seno, el vello se me erizó al pasar la página, en el siguiente informe vi una polla perfectamente dibujada, con todos sus detalles, las dobleces de la piel, el escroto, los huevos, sus venas, semihinchada, otra vez aquella sensación de angustia, conocía perfectamente ese cipote, instintivamente, aflojé el cinturón, abrí el pantalon y me la miré asombrado bajo la mesa, casi me dá algo, era mi polla con sus pliegues y su forma exacta la que estaba dibujada allí.
Ahora cada vez que me mira, bajo la cabeza avergonzado, supongo que me dejé la bragueta abierta con los nervios .......