lunes, 31 de marzo de 2008

Crónicas de un clip


Estaba tranquilo, descansando, olvidado,
enredado entre los adornos del mantel de tela, tu ahí en la silla, al sentarte tus muslos me apretaron contra la parte inferior de la mesa, me rozaban, quizás me notabas, yo a ti si, desde luego, contrastaba mi frio metal con la tibieza de tu piel, ¡que placentero! sentir tus muslos redondos y duros a través del vestido, me percibías (o eso me parecía) y cambiabas el cruze de tus piernas, tu peso rotaba entre tus nalgas, para siempre acabar notándome en tu muslo izquierdo, yo alargaba mi alambre para rozarte cuando no llegabas a tocarme, de repente algo fue mal, al moverte tu y estirarme yo, un hilo de seda de tu falda mal cosido, se me enrolló y a la vez yo me quedé anclado en la mesa mudo de expectación, por tus movimientos, total cuando tu falda se enganchó en el extremo, intenté avisarte, pero fue inútil los clips usamos usamos un tono de voz imperceptible para los humanos, me retorcí para liberarme de un hilo que me axfisiaba, noté la presión, mientras tú, pensabas que estabas enganchada a la mesa y te levantaste violentamente sin percibir la situación, estiraste y casi me descoyuntas, mi forma se alargó hasta que no pude más, se me engancharon definitivamnete los hilos de su vestido rojo de tela suave, entonces te apartaste para desembarazarse de mi y sucedió lo que tenía que pasar, yo y el tejido habíamos dado de si toda nuestra elasticidad, oí un rassssssss seco y ensordecedor, la tela al desgarrarse, y fuí observando tu piel lentamente, mientras se abría el vestido, como Moisés cuando ordeno abrirse el Mar Rojo, hasta que por fin el tejido paró de quejarse, a través de ese 'siete' caprichoso y deshilachado se podía apreciar el contraste entre el blanco de tus muslos redondos y el rojo de su vestido, desee que ese momento hubiese durado mucho más y la raja hubiese llegado hasta el infinito.
Ahora estoy entre tus dedos suaves, mientras te preguntas que hago yo ahí y me vuelves a dar la forma habitual.
Te quedaste ahí de pié, instintivamente te tapaste, pero luego al ver que estaba yo solo ahí, dejaste que esa raja deshilachada y caprichosa adornase tu falda como la 'Z' del Zorro.
Luego me tomaste entre los dedos, sorprendida de que un alambre tan pequeño y barato pudiese dar al traste con un vestido de seda tan caro y tan grande ........

Crónicas de un clip


Estaba tranquilo, descansando, olvidado,
enredado entre los adornos del mantel de tela, tu ahí en la silla, al sentarte tus muslos me apretaron contra la parte inferior de la mesa, me rozaban, quizás me notabas, yo a ti si, desde luego, contrastaba mi frio metal con la tibieza de tu piel, ¡que placentero! sentir tus muslos redondos y duros a través del vestido, me percibías (o eso me parecía) y cambiabas el cruze de tus piernas, tu peso rotaba entre tus nalgas, para siempre acabar notándome en tu muslo izquierdo, yo alargaba mi alambre para rozarte cuando no llegabas a tocarme, de repente algo fue mal, al moverte tu y estirarme yo, un hilo de seda de tu falda mal cosido, se me enrolló y a la vez yo me quedé anclado en la mesa mudo de expectación, por tus movimientos, total cuando tu falda se enganchó en el extremo, intenté avisarte, pero fue inútil los clips usamos usamos un tono de voz imperceptible para los humanos, me retorcí para liberarme de un hilo que me axfisiaba, noté la presión, mientras tú, pensabas que estabas enganchada a la mesa y te levantaste violentamente sin percibir la situación, estiraste y casi me descoyuntas, mi forma se alargó hasta que no pude más, se me engancharon definitivamnete los hilos de su vestido rojo de tela suave, entonces te apartaste para desembarazarse de mi y sucedió lo que tenía que pasar, yo y el tejido habíamos dado de si toda nuestra elasticidad, oí un rassssssss seco y ensordecedor, la tela al desgarrarse, y fuí observando tu piel lentamente, mientras se abría el vestido, como Moisés cuando ordeno abrirse el Mar Rojo, hasta que por fin el tejido paró de quejarse, a través de ese 'siete' caprichoso y deshilachado se podía apreciar el contraste entre el blanco de tus muslos redondos y el rojo de su vestido, desee que ese momento hubiese durado mucho más y la raja hubiese llegado hasta el infinito.
Ahora estoy entre tus dedos suaves, mientras te preguntas que hago yo ahí y me vuelves a dar la forma habitual.
Te quedaste ahí de pié, instintivamente te tapaste, pero luego al ver que estaba yo solo ahí, dejaste que esa raja deshilachada y caprichosa adornase tu falda como la 'Z' del Zorro.
Luego me tomaste entre los dedos, sorprendida de que un alambre tan pequeño y barato pudiese dar al traste con un vestido de seda tan caro y tan grande ........

domingo, 30 de marzo de 2008

Video delicioso

Video delicioso

Un vino con un sabor muy especial



.- Lo siento no bebo vino....


Sumerges generosamente las yemas de dos dedos, en el contenido de la copa de vino, recién abierto, un 'crianza' de Castilla.
.- Con voz tenue, enseñándome los dos dedos chorreantes de néctar, observa su color, era rubí granate y matices púrpura.
Acercándome los dedos a escasos milímetros de la nariz.
.- huéleme y percibe su aroma potente y muy frutal, percibí el olor de su piel mezclado con aquel aroma fuerte a madera de roble.
Entonces se puso los dedos entre sus labios, al instante se tiñeron de aquel granate, que tanto me gustaba y su boca pasó a ser una fruta prohibida.
.- En mi boca el sabor es amplio y suave, se aprecia su fruta fresca y madura (mora y cereza) con una pizca de vainilla, coco, menta y laurel....






De repente me apeteció tomar aquel líquido exquisito, sonrió, el aroma impregnaba todos mis sentidos, paseó sus dedos en la parte exterior de los labios y luego apretó suavemente doblándolos sobre si mismos, me dolían y al mismo tiempo palpitaban, rojos por la presión y el vino, pasó los dedos por las encías, impregnando de aquella esencia de frutas toda mi boca, el sabor parecía que me explotaba dentro, introdujo sus dedos manchados de vino entre mi lengua, y no pude más acaricié sus dedos con mi lengua, los apretaba contra el paladar y los bañaba en mi saliva, sus dedos se retorcían en mi interior, bailando lascivamente, cerré los ojos y noté un vacío turbador .....

sábado, 29 de marzo de 2008

Mi pequeña historia


Soy un pequeño trocito de metal encorvado, que ve pasar muchos documentos, une documentos y soy testigo de secretos inconfesables, ahora estoy apoyado en la mesa y la secre está jugueteando conmigo en sus labios.....no sabia que tuviera unos labios tan suaves ni que le gustara mi suave tacto metálico ........






Tango jugar conmigo me dan ganas de estirarme y que todos los documentos caigan al suelo